martes, 22 de noviembre de 2011

¿Valoramos lo que tenemos? o, ¿solo cuando lo echamos en falta?

En esta disertación quiero hablar del aprecio que tenemos y como tratamos  nuestras cosas. Cuando recibimos un regalo, por ejemplo, acogemos ese objeto tan añorado como lo mejor que tenemos, y en los primeros días, semanas, meses nos parece que nunca pararemos de jugar o disfrutar con ellos o de ellos. Pero esto, algún día deja de cumplirse, pues ya no ves ese regalo tan especial o tienes cosas que ahora te parecen mejores. Cuando esto ocurre, dejas de lado todas esas cosas que un día te parecieron geniales.

Para ejemplificar todo lo dicho anteriormente, expongo esta cita:

VENDO CASA. El dueño de un pequeño negocio, amigo del gran poeta Claudio Martínez Payva, cierto día lo encontró en la calle y le dijo: señor, estoy necesitando vender mi casa, que usted tan bien conoce. ¿Me podría redactar el aviso para el diario?


Martínez Payva tomó lápiz y papel, y escribió:
“Se vende encantadora propiedad, donde cantan los pájaros al amanecer en las extensas arboledas.
Rodeado por las cristalinas aguas de un lindo riachuelo.
La casa, bañada por el sol naciente, ofrece la sombra tranquila de las tardes en la baranda.
Los ambientes son espaciados y claros, propicios para la meditación y la calma mental ”

Algunos meses después, el poeta se encontró con el comerciante, y le preguntó si ya había vendido la casa.
No pensé más en eso, dijo el hombre. ¡Después de que leí el aviso me di cuenta de la maravilla que tenía!

REFLEXIÓN:
A veces, no nos damos cuenta de las cosas buenas y especiales que tenemos, y vamos tras
falsos tesoros, que puede que nunca alcancemos. No debemos infravalorar lo que poseemos, pues todo tiene un valor en esta vida. Esta casa, que un día te pareció perfecta, no ha cambiado, para que ahora la veas como algo que te estorba o sobra, porque tú eres el que la mira ahora de otro manera o con otros ojos esa propiedad.
Debemos valorizar lo que tenemos y que nos fue dado por la vida. Los amigos, la familia, la sonrisa de los hijos, el conocimiento que adquirimos, la salud, y muchas cosas importantes que de cotidiano infravaloramos o no interpretamos su valor real que significa para nosotros.
Éstos sí, son verdaderos tesoros. También podemos valorar los aspectos materiales, aunque estos se sitúen en un segundo plano, como puede ser una bicicleta, un juego, un objeto, ...

Por último copio esta cita :

"Nunca valoramos lo que tenemos, excepto cuando aquello se ha perdido"
Rachel

Esta cita explica completamente esta mi disertación, pues normalmente echamos en falta las cosas cuando ya no están, pero mientras las tenemos, no les prestamos atención alguna y pensamos que incluso sobran.

OS INVITO A TODOS A VOLVER A VALORAR  TODO LO QUE TENÉIS, DESDE RELACIONES Y AMIGOS, HASTA EL MÁS MÍNIMO OBJETO MATERIAL.

3 comentarios:

  1. Hola Jaime. Todos los aspectos que has tratado en esta entrada son correctos, además, los ejemplos que has utilizado son muy fáciles de comprender y didácticos. Lo único malo que le veo a tu entrada son las faltas de ortografía: has puesto "a cambiado", ese a se escribe con h, además de una tilde en los últimos párrafos. Por lo demás perfecto, ten cuidado con la ortografía. Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Hola Jaime. ¡Qué gran verdad! Los seres humanos no valoramos nada de lo que tenemos hasta que algo ya no se encuentra entre nosotros. Si me permites, me encantaría añadir un ejemplo personal:
    Hace pocos días me dí cuenta de que hecho mucho en falta a una persona muy especial para mí, pero que hasta entonces no me había dado cuenta. Esta persona ya se ha ido y ahora pienso que debería haberme dado cuenta antes de lo mucho que me importaba y haber sido más honesto, valiente, amable, cariñoso, etc, con esa persona.
    Con este ejemplo también quiero decir que me parece muy triste esta acción. Somos seres que no valoramos las cosas que realmente importan y que en algún momento de la vida, desaparecen sin hacer el menor ruido. Desaparecen habiendo sido despreciadas y sólo entonces, cuando provocan ausencia nos damos cuenta de que realmente las queríamos.

    ResponderEliminar
  3. Hola Raul. Gracias por esta crítica constructiva. He vuelto ha editar la entrada corrigiendo todas las faltas. Muchas gracias.
    Un saludo.

    Hola Francisco. Con ejemplo personal que tu propones, defines claramente mi entrada. Debemos concienciarnos y valorar mejor lo que tenemos, porque puede que un día cuando te des cuenta, nos has disfrutado o expresado todo lo que sientes a esa persona, y ahora ya no podrás, porque lo has perdido.
    Un saludo.

    ResponderEliminar